"MATALLAMA"
En este día de taller, hemos ido al camino del santuario de San Pedro. Ahí hemos hecho un ejercicio, que consistía en que mis compañeros y yo hiciéramos solos el recorrido, es decir, dejando medio minuto entre unos y otros. cada uno debía forzar la sonrisa durante todo el recorrido, de ese modo se pretendía que la sonrisa se "contagiara", es decir, que nos saliera sola, sin darnos ni cuenta. Esto se supone, y lo he comprobado, que hace que estemos de buen humor. Mientras hacíamos el recorrido, debíamos ir tocándonos los dedos con el pulgar, mientras repetíamos el mantra "matallama", esto se supone que nos iba ha ayudar a la hora de que se nos "fuera la mente", en el sentido de pensar en otras cosas.
MI EXPERIENCIA: A pesar de que es la segunda vez que repito este ejercicio, ha pasado muchísimo tiempo desde la primera vez que lo realicé, por lo que se puede decir que mi experiencia ha sido nueva, pues aunque me ha costado menos repetir el mantra a cada paso, lo he vivido de otro modo, es decir, no me ha costado nada relajarme y llevar a cabo el ejercicio, incluso había momentos en los que dejaba de pronunciar el mantra, eso si sin dejar de hacer lo de los dedos, y me centraba en el ambiente y la relajación que me transmitía, incluso me centraba en el olor, la esencia a bosque, a tierra que había (se sentía más pues había llovido el día anterior) y que me encanta. En esos momentos en los que me centraba en esas cosas, al darme cuenta, rápidamente y sin ninguna dificultad volvía a repetir el mantra, mientras también seguía pendiente del bosque en general.
Con respecto a lo de forzar la sonrisa, es un buen truco para acabar de buen humor, pues es cierto que acabas de buen humor, y ese buen humor hace que cada vez que ves a alguien le saludes, y si ese alguien es de confianza, nada más mirarlo a la cara te ríes o le sonríes,en el buen sentido, o eso me pasaba a mi.
Creo que este ejercicio esta bien y como dijo un compañero esta mañana, es bastante curioso, porque repetir un mantra mientras vas turnando los dedos, no es muy habitual hacerlo mientras caminas, pero está bien porque así te centras en hacer el ejercicio, por lo que te relajarás y acabarás de buen humor.